domingo, 9 de septiembre de 2018

DOMINGO XXIII ORDINARIO "VIRGEN DE LOS LIÑARES"


¡Oh Virgen de los Liñares, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, desde este templo manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, maestra del sacrificio escondido y silencioso, a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia; no nos sueltes de tu mano amorosa.
Concede a nuestros hogares la gracia de amar y respetar la vida que empieza, con el mismo amor con que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso. Protege a nuestra familias, para que estén siempre muy unidas y bendice la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos a levantarnos a volver a Él mediante la confesión de nuestras culpas y pecados en el Sacramento de la Penitencia, que trae sosiego al alma. Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los Santos Sacramentos, que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

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