viernes, 25 de octubre de 2019

NUEVO RUCEIRO DE LA CAPILLA DE LOS LIÑARES


En el mes de junio del año pasado celebrábamos la instalación de un cruceiro en la Capilla de los Liñares donado por la familia Gil-Varela y que desgraciadamente en el mes de febrero de este año despertábamos con la noticia que había sido robado.

Este jueves pasado, hemos tenido la gran satisfacción de instalar un nuevo cruceiro, donado por una familia de la parroquia y que en una sencilla ceremonia fue bendecido por el Sr Obispo, acompañado por una pequeña representación de feligreses.

El cruceiro tallado en granito, montado por los maestros canteros Hermanos Sequeiros de Ponte da Lima, se compone de los siguientes elementos e inscripciones: Plataforma con tres pasos, Pedestal con grabaciones en cada una de las caras (ANNO DOMINI, MMXIX / IESUS CHRISTUS, SALVATOR MUNDI, SALVA NOS / NUESTRA SEÑORA DE LOS LIÑARES, RUEGA POR NOSOTROS / ARCÁNGEL SAN MIGUEL, DEFIÉNDENOS), Fuste gallonado que representa los Diez Mandamientos (en el mismo fuste están esculpidas las imágenes de San Miguel y Nuestra Señora de los Liñares), Capitel que da continuidad al fuste gallonado, Cruz de Malta donde está esculpida la imagen de Jesucristo Crucificado (Esta Cruz era de la Orden a la que pertenecía su Apóstol predilecto San Juan Evangelista). Todo el conjunto tiene unos cinco metros de altura. 

Durante la bendición del cruceiro el Sr Obispo nos dirigió unas emotivas palabras: 

Para mí es una alegría muy grande el estar aquí con vosotros esta tarde celebrando un acto tan hermoso como es bendecir este crucero aquí en esta entrada de esta capilla que tanto queréis y que tanto utilizáis para vuestra oración para vuestras celebraciones para cultivar vuestra y celebrar vuestra fe. 

Quiero en primer lugar agradecer a los donantes porque es un signo muy hermoso que en medio de la comunidad haya personas que tengan este gesto, que tienen esta fe.

Es curioso que hayan robado un crucero que estuvo aquí, y la falta de ese crucero traiga ahora este nuevo crucero, un nuevo regalo que esperemos que no lo lleven, porque en este mundo nada parece imposible, pero al mismo tiempo yo creo que tenemos en una tarde como hoy agradecer a vuestro párroco D. Benito que nos haya convocado aquí que hayamos tenido este encuentro y manifestar ante la parroquia que nos gusta esto y que lo tomamos en serio. 

Yo también quisiera deciros que este es un símbolo muy importante en esta ría preciosa, nuestra, con esta vista. Los niños que nazcan aquí en esta parroquia guardaran siempre y todos nosotros esta visión, pero yo quisiera deciros que los símbolos son muy importantes no es lo mismo que aquí tengamos un crucero, que tengamos una cosa que ofenda nuestros sentimientos y esto quiere decir que también en nuestras familias, en nuestras casas, en nuestras oficinas, tenemos que tratar también de tener símbolos de nuestra fe. Hoy hay un cierto miedo a manifestar la fe y creo que tenemos que empezar a ser normales, naturales, ni andar aquí presumiendo de nada, ni tampoco escapándose de nada. Este es un símbolo que nos define, es un símbolo de paz, no es un símbolo de agresión a nadie ni de ofensa a nadie, es el Señor muriendo en la cruz, un símbolo reconocido en el mundo entero, de una profunda espiritualidad, el centro de nuestra vida cristiana. Jesucristo muerto y resucitado. Eso fue lo que hicieron nuestros antepasados sembrando nuestros cruces de caminos con cruceros. El crucero es la imagen por excelencia de nuestro pueblo gallego y esto no debíamos olvidarlo nunca por eso hoy también hago una llamada para que todos los cruceros que hay por ahí por el entorno, que hay muchos, que se cuiden, que se preserven, que se mantengan como símbolos de una fe que un pueblo ha tenido de manera muy profunda y que sigue teniendo. 

Por tanto, agradezco a esta familia de nuevo su generosidad y esta idea de poner a Jesucristo aquí en nuestra capilla. Agradezco a D. Benito que nos ha convocado y a todos ustedes que han querido estar aquí. Es un momento que recordaremos siempre porque estos actos que son sencillos pero que llevan una hondura profunda en nuestra vida 

Que Dios nos bendiga y el crucero de aquí tiene esta expresión, bonita, preciosa: Jesucristo Salvador del Mundo Sálvanos. Pues que nos salve y que nosotros mantengamos nuestra adhesión a Él, a Jesucristo, y que cuando pasemos por ahí, lo miremos y digamos Jesucristo Sálvanos.”

Con esta ilusión acogemos este nuevo cruceiro esperando que nos dure muchos años, agradeciendo a la familia donante y también a la familia Gil-Varela su generosidad para esta parroquia. La Santísima Virgen de los Liñares os lo premiará. 

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