
En una ceremonia presidida por el
Sr. Obispo, acompañado por varios sacerdotes y diáconos, se celebró la toma de posesión en
la Iglesia del Monasterio de Santa María de Oia, con varios momentos emotivos,
como fue la aceptación del cargo o su paso por la pila bautismal y confesonario.
Eran muchos de sus parroquianos los que se acercaron a conocer a su nuevo
pastor. La Iglesia se quedó pequeña y eso que casi es una catedral por su
tamaño.
El Sr Obispo en la homilía le recordó
como en el evangelio de hoy Jesús les dice a sus discípulos: "Os aseguro que
quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por
mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y
hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad
futura, vida eterna.", y que hoy, era
ese día para él, por lo tanto le invitaba a crear una gran familia de cuatro parroquias, con sus
dificultades, pero que la recompensa sería grande.
Cuando, D. Daniel tomó la palabra,
nos comentó, que además de aceptar el cargo con entusiasmo, quería ser como ese barro
que une las piedras que configuran todas las edificaciones de sus parroquias,
algo tan pobre pero capaz de unir con fuerza todos los componentes para darle
solidez, o como ese "Buen Pastor" que sepa guiar a su rebaño, encomendándose a la
Virgen del Mar que le ayudara a éste fin, a la que se cantó la Salve Marinera
como colofón del acto.

Siempre estará en nuestras
oraciones.
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