jueves, 18 de octubre de 2018

JUEVES DE IGLESIA DE GUARDIA

Como cada jueves, hemos tenido en la capilla de Liñares, la Iglesia de Guardia. Nada especial, como un jueves cualquiera, pero poco a poco va formándose un grupito de personas que tenemos la inquietud de pasar un rato con el Señor, un rato de oración, de mirar en el interior. 

Hoy empezábamos con los acordes de la guitarra de Rubén de Lis, que cantaba "Nadie te ama como yo": 
"Cuánto he esperado este momento
Cuánto he esperado que estuvieras así
Cuánto he esperado que me hablaras
Cuánto he esperado que vinieras a mí
...."

Recordaba lo que dijo hoy D. Benito en la homilía: ¿Qué podemos hacer para que les guste esto a la gente?. Parecía un poco decepcionado. Como también San Pablo, en la lectura de hoy, se quejaba de que todos lo habían abandonado, menos Lucas y mostraba decepción, agradecimiento, reproche y fe en el Señor que nunca falla. 

Podríamos preguntarnos también hoy, que es lo que nos preocupa, que nos ilusiona, si nuestro deseo es vivir el Evangelio y compartir la buena noticia , o si abandonamos como abandonaron a Pablo. 

¿Como lo habría afrontado Pablo hoy?¿Cómo lo se lo diría hoy a Timoteo?

"Palabras de Pablo:
Querido Timoteo, a ver si vienes pronto. Dimas ha pasado de mí y se ha marchado a Tesalónica. Dice que esto del evangelio no es para él, que quiere vivir la vida. Y lo mismo ha hecho Crescente, aunque este se ha ido a Galacia, porque le han ofrecido trabajo allí. Solo se ha quedado conmigo Lucas, que es el más fiel. Y ya que vienes, tráete a Marcos, que es buenísimo anunciando la buena noticia. Tíquico tampoco está, le he mandado a Éfeso, que hay mucho que hacer por allí. Ah, y aprovechando el viaje, a ver si me puedes traer un abrigo que me dejé en casa de Carpo, que aquí hace un frío tremendo. Y tráeme también el disco duro, que tengo en él todas las cartas. Alejandro, el de las fotocopias, me ha tratado fatal. Ten cuidado con él, que creo que no le gusta nada lo que decimos. La verdad es que al principio, cuando me atacaron, nadie dio la cara. Yo creo que a todo el mundo le asusta un poco esto de anunciar el evangelio. Supongo que es por si les señalan, o les toman por ingenuos, o por si molesta decir la verdad, que mucha gente anda muy cómoda y prefiere no oírnos. Bueno, lo que te cuento, que me dejaron solo. Pero en fin, intento no enfadarme. Después de todo, Dios siempre me asiste y me da fuerzas para seguir adelante, y hablar más alto, para que lo oiga todo el mundo. No me voy a callar."

Rezandovoy (adaptación libre de 2Tim 4, 9-17)

No todo está perdido, aquí seguiremos animando a todo aquel que quiera acompañar al Señor un rato, y pidiéndole que nos de fuerzas para seguir. 

Nuestro lema: "Vente cuando puedas, vete cuando quieras"

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