¿Te has parado a pensaren las veces sonreímos al cabo del día?
Cuántas veces nos resistimos a sonreír ante las cosas y las personas que nos
encontramos.
Y sin embargo, una sonrisa por la mañana, al levantarnos,
pensando en todo lo bueno que nos ha ocurrido, o en la ilusión por lo que nos
sucederá, nos ayuda a enfocar el día con otra perspectiva, con otro humor.
La sonrisa no empobrece a quien la da y enriquece a quien la
recibe, dura un solo instante y perdura en el recuerdo eternamente.
La sonrisa
no habla, pero dice mucho de quien la da y
es portadora de mucha información positiva. Sonreír libera endorfinas aporta
color, calor, ilusión… No te olvides nunca de sonreír.
Cada persona que nos encontramos a lo largo del día merece que le dediquemos un momento de nuestro tiempo, un espacio en nuestro pensamiento, que compartamos con ellos un pequeño rayo de nuestra esperanza, nuestra alegría, nuestra vitalidad. Para eso, muchas veces basta simplemente con una mirada a los ojos, una sonrisa, un saludo, un gesto. Permanecerá siempre en su corazón.
"Momentos de sabiduría" (Álvaro Santos)
La sonrisa. Nadie es tan rico que no la necesite ni tan pobre que no pueda darla
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