viernes, 5 de abril de 2019

MATER FATIMA


“Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”, pidió la Virgen María a los pastorcitos en sus apariciones en Fátima. Más de un siglo después, Mater Fátima convocó a creyentes a un gran encuentro de oración y adoración que se celebró ayer jueves en el centenario de la muerte de San Francisco Marto, uno de los tres pastorcitos a los que se le apareció la Virgen en Leiria.

De este modo, la parroquia de Fátima a través de esta iniciativa y con el apoyo del cardenal Antonio Marto, obispo de Leiria-Fátima, así como del propio santuario, invitó al mundo a una adoración eucarística donde se rezó el Rosario en varios idiomas. Al final se hizo una consagración al Inmaculado Corazón de María.

Más de 70 santuarios y parroquias de 50 países de todo el mundo se unieron al rezo del Rosario por la paz de manera presencial en sus iglesias o siguiéndolo a través de cerca de 90 medios de comunicación que lo retransmitieron, entre estaciones de televisión, radios o plataformas de Internet.

Esta gran celebración se llevó a cabo en la parroquia de Fátima en Dos Pastorinhos, en la localidad de Fátima (Portugal), y estaban invitados todos aquellos que buscan “consuelo, esperanza, paz y reconciliación”, pues según los organizadores “una oportunidad para quienes quieran compartir la alegría de su fe en un mundo necesitado de Dios”.

La participación fue extensa y todos los que quisieron unirse espiritualmente a este encuentro pudieron hacerlo en catedrales, parroquias, colegios o instituciones de todo el mundo rezando el Rosario y estando en comunión con Mater Fátima.

Una invitación a todos los estratos y grupos de la sociedad.

El Santo Rosario se rezó meditando los misterios luminosos, establecidos por San Juan Pablo II, quien le agradeció a la Virgen de Fátima haber sobrevivido al atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981. Estas fueron las intenciones por las que se rezó este Rosario a nivel mundial:

    1.   Paz en el mundo, por el Santo Padre y por el fin del aborto.
    2.   Conversión de los pobres pecadores.
    3.   Reparación de los corazones de Jesús y María.
    4.   Conversión de Rusia.
    5.   Interceder por las almas del Purgatorio.

Posteriormente, ante el Santísimo Sacramento se realizó la consagración al Inmaculado Corazón de la Virgen María. Para ello se utilizó la oración que fue escrita por San Juan Pablo II y recitada por él el 25 de marzo de 1984 en el Santuario de la Virgen de Fátima cuando consagró el mundo entero al Inmaculado Corazón de María.

“Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios”, dijo la Virgen a los pastorcitos. 


En nuestra parroquia nos unimos a ésta celebración en la Capilla de los Liñares, donde nos conectamos en directo con Fátima para hacer junto a ellos el Rosario.  Fueron unos momentos donde se respiraba la comunión con los de allí, en un Rosario plurilingüe donde no importaba el idioma, todos rezábamos en el nuestro, al mismo tiempo, sin pensar que en todo el mundo estaban haciendo lo mismo.

El próximo encuentro el 20 de febrero de 2020, con motivo del centenario de la muerte de Santa Jacinta Marto.

Estamos todos invitados.

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